lunes, 16 de diciembre de 2013

Mil veces

Una y mil veces
por mi vida pasó.
-No quiero a más nadie
que me rompa el corazón.
Contemplarte brillar,
por fuera sonreír,
por dentro llorar.
Estás aquí. Ya no estás.
En un instante vuelves y te vas.
Te gusta hacerme sufrir,
soy una marioneta débil que manejas así.

1 comentario:

  1. Confieso mi debilidad por las rimas, en mi opinión le dan ritmo a la lectura.

    Es un pensamiento que a todos se nos ha pasado por la cabeza, no queremos más dolor cuando el amor nos abandona o cuando se termina de un modo inesperado. Pienso que merece la pena a pesar de todo, que cuando se pasa mal, es porque una historia preciosa se ha terminado y haberla vivido es algo que hay que agradecer sin permitir que el dolor nos ciegue y no nos deje ver lo bonita que ha sido.

    Es sólo una opinión que me nace de la emotividad de tu poema.

    Un saludo.

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