martes, 20 de noviembre de 2012

My own way

Hace tiempo comencé a descarriarme, como si fuera una burda oveja negra que se ha colado en el rebaño equivocado. Yo nunca me he dado cuenta de ir mal, hasta que he estado demasiado lejos de mi camino y lo he podido ver a lo lejos. Ahora intento hacerme a la idea de que es una racha, de que pronto volveré a encaminarme correctamente, pero soy un caso perdido. Siguiendo este ritmo, jamás voy a conseguir las metas que miles de veces me he propuesto. Y por mucho que me proponga cincuenta veces cambiar, sigo haciendo lo mismo: pierdo el tiempo en mil tonterías pensando en las pocas ganas que tengo de hacer todo, en las pocas ganas que tengo de vivir, me centro en mis problemas de adolescente inmaduro en vez de centrarme en mi futuro, prometedor al principio, lejano ahora. 

¿Que a qué espero? Espero, quizás, a mi musa. Quizás no espero nada, sino un empujón, y no uno pequeño, sino uno gigantesco. Una patada de voluntad, un puñetazo de autoestima. Un puñado de ganas que brillen en la oscuridad. Ganas por doquier. Ganas de vivir, de ir corriendo hasta mi camino, y continuarlo. Ganas de dejar atrás los años que no me han dado ningún fruto, olvidarlos en un cajón y dejarlos ahí hasta el día en el que quiera recordar mis años de penumbra y de vagar sin sentido por la vida.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Querer

Querer... o no querer. No, no es la cuestión. La cuestión es si podemos llegar a querer tantas veces como decimos. Algunos sí, algunos simplemente por cumplir. Ciertamente, ¿queremos todo el tiempo pero lo decimos solamente una vez, o es que, simplemente, sólo queremos esas veces que lo decimos? Quizás no quiero ni amo nada, quizás sólo aprecio, quizás lo único que amo es lo único que está cada día conmigo, el sonido, inanimado pero pleno.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Escena Devian&Greyson

Greyson se adentraba en el pasillo oscuro que sabía a dónde le iba a llevar perfectamente. Sabía que esa noche acabaría llorando de dolor, pero aún así no se paró ni un segundo ni se planteó dar media vuelta.

Una gota de sudor cayó desde su frente, tembloroso se plantó delante de la puerta de la última habitación. Sabía lo que se iba a encontrar, sabía que iba a pasarlo mal pero no se vino abajo. Miraba de lado a lado, lo cierto es que una vez allí las cosas ya no eran tan fáciles, ahora no tenía tanto valor como para tirar hacia adelante, aunque tenía claro que todo aquello debía acabar de un modo u otro, y quería ser él quien eligiera el momento y el lugar de terminarlo. Alzó la mano para tocar a la puerta, agachó la cabeza y su mano se paró en seco antes de provocar el ruido que la abriría. Intentó poner la mente en blanco, se puso a temblar de nuevo, el corazón se le iba a desvocar pero se armó de valor, le entró un arranque de rabia y deseo y golpeó demasiado fuerte incluso la puerta que tenía que abrirse para sofocar el sufrimiento que llevaba guardado de hacía largo tiempo atrás.

Proyecto 1 (Personajes)

Esta historia está pensada hace algunos años. Pretendo escribirla algún día, pero de momento, pongo aquí sus personajes para que se conozcan un poco!!

Danielle/Lianne
Ethel/Edith
Adnan/Natalie
Razvan
Devian
Greyson
Greenah
Julissa
Linette
Evintus
Belbeth


Próximamente os comentaré la ficha técnica de éstos personajes. Sólo aclarar, que la historia se "divide" en dos épocas, en el que Danielle, Ethel son dos brujas de un enorme clan y Adnan, Greyson y Linette son ángeles. Una serie de hechos harán que Adnan se convierta en caído y que, en la época contemporánea, los brujos y brujas se hayan extinguido y Danielle sea ahora Lianne, la única bruja que queda. Así como la reencarnación de Adnan será Natalie (Nate) y la de Ethel será Edith.

sábado, 3 de noviembre de 2012

El arte de escribir

En mi mente hay demasiado desorden diario. Nunca me he preocupado de oganizar las ideas, de colocar las palabras alfabéticamente, ni siquiera por orden de prioridad o significado. Las palabras se amontonan en cierta parte del cerebro que las aprisiona para que no salgan. Es frustrante. Como tener una palabra en la punta de la lengua y que no quiera salir jamás.
Pero no estamos obligados a hacer todo a la perfección. De hecho, estamos creados imperfectos por defecto. Curioso, ¿no? Nuestra propia imperfección nos obliga a hacerlo todo imperfecto, ¡qué desvarío! Pero si atendemos un poco, tan sólo un poquito, nos damos cuenta de que alguien a quienes clasificamos como "por encima de nosotros" intenta hacernos hacer todo perfectamente.

viernes, 2 de noviembre de 2012

The no-sweet love

A veces hablo sin razón, no digo nada coherente. Esas rachas de amor, esas rachas de odio me encantan y me matan. Me siento viva pero me dejan muerta. 

Ese beso apasionado que me deja sin aliento aunque ni siquiera es mío, lo odio. Me hace necesitar a esa persona que no tengo y que ni conozco. Hoy me siento bien, segura de mí misma, pero al cabo de un rato, quizás unos segundos, quizás unos años, me sentiré despreciada, inútil y abandonada. Y la canción que suena es melodiosa, me hace pensar y a veces odio pensar. Reflexionar sobre lo que anhelo y no tendré jamás. Ese amor que se hace desear, ese amor al que todo le gira alrededor, ese amor al que todos aman y que otros tantos odian al mismo tiempo.

No merecemos este desprecio, este ardor en el pecho cuando pensamos en ello. ¿Tan difícil es encontrarlo? ¿Tan difícil es ser amado? Lo cierto es que caigo una y mil veces pero aunque me levante sé que siempre voy a caer, estoy destinada a mi efecto yo-yo.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Cristal etéreo

Ella era blanca, de terciopelo. Él era suave, con los pies clavados en el suelo. Cuando ella batía sus alas, lo arrastraba hasta quedarse sin aliento, suspendido en el aire y en el viento. No es de extrañar que ese amor no funcionara, que ella se entusiasmara, haciendo que él no pudiera respirar. Lo mataba. Les separaba un cristal invisible, donde ella posaba la mano para que él respondiera, sintiéndose cerca pero estando, aún así, apartados el uno del otro. Podían sentirse latir los corazones ya desgastados. Ella no sentía el mismo afán por volar, así que pasaba la mayor parte del tiempo yaciendo en la tierra mojada y sin vida. Él la miraba, como casi siempre, a través del cristal. Ella era libre pero aún así, estaba atada con cadenas imperceptibles. La luz de sus alas cada vez más se atenuaba. Ella le miró, con ojos etéreos, tornando ese azul al oscuro negro. Él devolvió la mirada atónito. Ella corrió hacia el cristal y milagrosamente éste se rompió, clavándose cada uno de los fragmentos en su cuerpo, creando así el río más rojo y doloroso que él hubiera observado jamás. Sus lágrimas de acero se precipitaron por sus ojos de miel, cargando así el paisaje bochornoso que estaba ocurriendo. Ella abrió los ojos por última vez, diciendo: la única razón que tenía para volar eras tú. Sus ojos, por ese instante, volvieron a ser azules, aquél azul que él tanto amaba, que tanto necesitaba ver aunque fuera por última vez. Él notó el peso de la mano inerte en su regazo, y se quedó sin aliento, pues la única fuente que le proporcionaba la vida, era ella.