La vida no es más que un vaivén tras otro Nos balanceamos siempre entre la alegría y la tristeza. Como si de un matrimonio se tratase, ¡tenemos que aguantar! O morir. También podemos decidir morir. Es la otra opción.
Pero si decidimos quedarnos, si tomamos ese camino, no paramos de luchar hasta morir. No se trata de blandir una espada contra el destino ni contra la gente. Ni siquiera contra nosotros mismos. Se trata de practicar cada día un poquito más con nuestra magia, esa magia que todos y cada uno de nosotros albergamos en nuestro interior, para poder completar nuestra misión: nuestra vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario