Ella tan sólo se planta delante de la gente y les ejecuta. La culpan de todo. Todos sienten odio hacia ella, incluso ella misma siente asco hacia sí misma. No le comprenden. ¿Qué puede hacer? Para colmo, ella es inmortal. Lo es para cumplir su cometido: llevarse almas del mundo. Una maldición con la que le castigaron hace ya demasiados años como para alcanzar a recordarlo.
Ni se acuerda de su antiguo nombre. Hace mucho tiempo que nadie la nombra.
Los humanos creen que ella es vil, malévola. Que les quiere hacer sufrir. Nada más lejos de la realidad: ella es quien más sufre. Nada desearía más que perecer como lo hacen los mortales. Así de fácil. Desaparecer y dejar atrás esta condena infernal.
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