No me salieron las cartas buenas desde que llegué a este lugar. Ni siquiera estaba segura de si iba a seguir viva mucho más tiempo cuando llegué, pensando que el cambio iba a ser mortal. Te conocí y mi mundo estaba a salvo contigo, todos mis planes eran perfectos a tu lado, con tu sonrisa, con tus caricias y tus palabras. Pero a mí nada me sale bien nunca. He tragado, tragué y voy a seguir tragando porque es el papel que me ha tocado ejercer. Y nunca, aún llevando tanto tiempo aquí, voy a acostumbrarme a tu presencia, a tu ausencia y a tu irresponsabilidad, siempre hay algo que se me escapa. Ahora he visto claramente cómo se desmoronaban mis proyectos de futuro poco a poco y cómo un buen día se acabaron de hacer pedazos y acto seguido se convirtieron en ceniza. No obstante, aunque odie esta situación, hay algo que no me deja cambiar.
Está muy bien, si es tuyo deberías intentar hacer uno más extenso, escribir se te da muy bien
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