martes, 19 de enero de 2016

Cartas de amor en un tren


Hola. Soy la chica de enfrente. Me he cansado de mirarte. Me he cansado de tus miradas de desprecio e indiferencia. ¿Qué tengo que hacer para que me mires como yo a ti? No tienes que corresponderme, lo sé. Pero mi mente humana, mi parte egoísta, te odia porque no me quieres. Qué tontería. Odiarte a ti, por algo tan tonto como no quererme. Debo estar más loca de lo que pensaba.

El camino se me hace cada vez más largo sin ti. A mitad de trayecto bajas del tren y ya no paro de pensar en ti hasta que vuelvo a verte al día siguiente.

Subes en la misma parada que yo, pero te bajas mucho antes. Y cuando ya no estás, se me para el corazón y floto en un limbo de desesperación y tortura mental. Soy un desastre total. Me aportas equilibrio a pesar de no conocerte. Quizás eres un muermo, o un pesado. A lo mejor nunca nos gustarían las mismas cosas, a lo mejor siempre me llevarías la contraria. Pero cuando veo tus ojos, tus manos, cuando veo cómo te queda la ropa, quiero arrancártela de cuajo, hacerte mío con palabras y pasarme el resto de mi vida convenciéndote de que lo mejor es que estemos juntos.

2 comentarios:

  1. Es genial. Me ha gustado mucho, sobretodo las tres últimas frases. A todos nos ha pasado alguna vez.

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    1. Muchas gracias por tu comentario, me alegro muchísimo de que te haya gustado :)

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