domingo, 28 de octubre de 2012

Don't wake me up

"A veces" (expresión que utilizo para hacer referencia al adverbio siempre) quiero caer en un sueño tan, tan profundo, que mi mente diga, una vez entrada en dicho sueño, que no quiere despertar jamás. Que no quiere volver a ver ni una mota de polvo de este mundo que tanto la ahoga en lágrimas. Que no quiere pasar una y otra vez por la rutina, la redundancia que ésta muerte en vida le otorga. Que prefiere mil veces tener pesadillas de toda clase, antes que abrir los ojos y ser expectante de esta sangrienta obra de teatro. A veces, sueña con alas que la llevan lejos, libre de todo. Alas tintadas del color del sufrimiento, alas de sangre, causadas por la herida que cala en el corazón traspasando así el cuerpo endeble del ser humano, traspasando el alma irrompible, que finalmente se quiebra ante tal presión. Por eso te pido, que no me despiertes todavía. Déjame en reposo con mi mente durante un tiempo en el que pueda dar lugar a que esta inhóspita existencia pueda endurecerse y permanecer intacta ante cualquier irritación y sufrimiento.

lunes, 22 de octubre de 2012

Fredda Morte

La ves. Ahora ya no. En un momento te descuidaste, sabías que podía pasar y nunca viste la oportunidad. Nunca creíste que llegaría el día, y ya ves que la vida son imágenes, que la imaginas, que no puedes dormir, que a veces deseas morir, pero aparece alguien que te anima y se enamora de ti. Tú sólo quieres olvidar, y sin darte cuenta le dices que sí. Ella cree que has olvidado, pero todavía te cuesta dormir.

Un día aparece, ese pelo que te enloquece, pero se gira... otra vez que la imaginas. No te das por vencido, tienes asumido que la volverás a ver, y así es... en su lecho sepulcral y allí está. Todavía no te crees que esté a tu lado y no pueda decirte una vez más lo que piensa. Es extraño, tú le hablas y no te contesta. Comienzas a derrumbarte, ahora recuerdas con claridad y la otra se acerca a ti, sabía que ese momento llegaría y te dio un objeto que la llevaría a su prisión, a sufrir... te ayudó a morir.

lunes, 15 de octubre de 2012

Then... an angel came

Él va a estar en los malos momentos, para convertirlos en buenos y que olvides todo lo ocurrido. Cada vez que estés en apuros él va a venir a rescatarte, princesa, como una mano cuando caes hacia el vacío, como si fueran alas arrojándote al abismo del cielo.

Siempre vas a cobijarte entre sus brazos, siempre te va a mirar con esa cara que tanto amas. Y eso es, precisamente, lo horrible de esta historia; cuanto más lo amas, más aparece, pero paradójicamente, más se aleja. Él te miente, no es real lo que ves sobre él, nisiquiera su persona es real. Pero, si te dijera realmente quién es, no podrías verlo y, por tanto, nunca nadie ni nada te salvarían. Y esa pequeña tregua entre desgracia y desgracia, es la que nos salva. Tú verás a un dios, tú verás a tu hombre perfecto, pero lo que yo veo es un montón de polvo que reluce a causa del cegador sol que te incita a creer en las cosas que no existen. No te voy a decir la verdad, no te voy a decir que es él el que te miente, no voy a ser yo quien te quite ese intermedio vital, esa pequeña fuerza que manipula a tu cerebro. No desistas, sigue creyendo en él, sigue esperándolo en cada difícil ocasión, míralo con esos ojos inocentes, míralo como si creyeras ciegamente - cosa que haces - que con él todo va a ser distinto y más bonito. Sólo así, engañándote, vas a ser realmente feliz.

Él es como un ángel mentiroso. Es como un rayo de falsa esperanza, pero real y duradera.

Old love

Tienes razón, me cegué por la sensación de odio que me cubría superficialmente. No supe ver que dentro sentía felicidad por cómo han continuado nuestras vidas separadas. Quizás... no es que se llame felicidad, simplemente es un bienestar interior: primero, por haber acabado con algo que nos hacía sufrir y haber encontrado un episodio de calma en nuestras tempranas vidas. Segundo, por vernos las sonrisas mutuas cuando nos vemos por la calle y nos decimos "adiós" como si no hubiera pasado nada. Mucha gente pasará por mi vida, mucha se irá. La poca que se quede estará conmigo pero, los demás habrán estado por alguna razón. Sí. Definitivamente, estos 4 días al mes que no me aguanto ni yo misma, son insoportablemente sensibles.

Esperanzas

La luz se va apagando y no te das cuenta: me marcho. Me gusta creer que llorarás por mí, que me recordarás a la semana de irme diciendo "ya hace una semana que no la veo". No sé si finges o es real que te alegras por mí, porque conoceré a personas increíbles y personas que harán más fuerte. Realmente no quiero marcharme sin ti.

En mis sueños te veo caminar a lo largo de aquella estrecha calle que propició nuestros mejores y peores momentos, y mientras caminas tu pelo ondea al son de tu andar, mientras tu sonrisa inunda cada sentido de mi ser y me hace perder la noción de la realidad. A veces me pregunto cómo es posible que no te des cuenta de que me voy, cómo es posible que la soledad te haga ver que ahora eres feliz.

sábado, 13 de octubre de 2012

Hated heart

No tengo corazón. Bien, realmente sí, pero ni lo siento. Late tan fuerte pero estoy tan acostumbrada al temblor que me provoca, que no me percato de su existencia triste y apagada, aunque a la vez intensa.

Se me cansa el aliento, es demasiado aire para mis estrechos pulmones. No recibo el S.O.S de ningún lugar, y yo emito una sonda que mueve montañas. ¿Es que nadie me oye?

Oigo sus risas a lo lejos. Carcajadas de odio hacia mí. Lo sé, soy consciente de que no soy especial ni diferente. Tengo un enemigo más fuerte que yo, llamado multitud.

Me vence en todos los pulsos, me derriba en cada batalla: la guerra la tiene casi ganada.

viernes, 5 de octubre de 2012

Proyecto 3

Invierno de 1975

Su niñez fue de lo más normal. Sus padres la educaron a la perfección, de vez en cuando tenía sus caprichos, pero cuando decían que no, era que no, y ella siempre rechistaba y pataleaba, aunque fuera en medio de un supermercado. Su adolescencia fue traumática, como la de todos y cada uno de los seres que están pasando o ya han pasado dicha época: le gustaba el más guapo del instituto, tuvo desordenes alimentarios, su físico era su tema principal de conversación, tuvo deslices para con su orientación sexual, los cuales se apaciguaron al cumplir los veinticinco, cuando finalmente sentó cabeza con un estudiante de derecho de familia adinerada. A sus padres no les costó demasiado aceptar dicha relación, puesto que era insuperablemente mejor que la última que había tenido con Steven Corps, alguien echado a perder, drogadicto y dejado ­— incluso se quejaban del hedor que emanaba de sus ropajes —. Después de una boda apropiada para los chicos, los padres de ambos les regalaron una luna de miel de lo más espectacular (¡duró un mes!). Por consiguiente, se fueron a las afueras a vivir, en una casa aislada, con su jardín para los críos — porque es obvio que tuvieron críos: una niña y un niño —, su cocina americana, sus escaleras de madera poco seguras para bebés, su televisión de plasma, los disgustos de las notas de los niños, las alegrías y celebraciones de los cumpleaños en el jardín…

Tal vez todo eso hubiera sucedido de haber salido de un cuento de hadas. Siempre había momentos en los que paraba su mundo particular y suspiraba para ella misma. Su vida hubiera sido prácticamente perfecta, con sus incoherencias usuales, de no ser por…

Otro ruido espeluznante. Despertó del shock, y miró en la dirección de la que provenía el sonido. Su cabello golpeó su mejilla izquierda, sus manos se posaron en la pared, arrapándose lo máximo posible, respirando muy pausadamente. La habían encontrado por segunda vez ese día, pensó que los había despistado gracias a aquél semáforo que se puso en verde justo en el momento idóneo para que la estampida de vehículos les cegara y perdieran su pista. Desgraciadamente, su olor es inconfundible, y más para un olfato como el de ellos.

¡Bien! Espero que haya sido de vuestro agrado, espero vuestra más sincera opinión sobre cómo pinta este comienzo para una primeriza!